12 junio 2007

La ilustración islámica.

Los cuatro fantásticos que frecuentan este blog saben que sufro cierta obsesión con lo que, a mi juicio, es una hipócrita traición de los valores de la izquierda por la izquierda realmente existente. Me duele especialmente, muy especialmente, el contrabando que esta pseudo-izquierda se trae con la religión. Porque ahí es especialmente egoísta : para salvar, en el mejor de los casos, su falsa conciencia de culpa dicen que todas las culturas son buenas y, por tanto, la religión que practiquen buena será, no importa cuál sea el mal que genere; en el peor lo hacen para ostentar su bondad - cosa, por cierto, que tan generosamente practican hoy en día todos los bancos y grandes empresas; una buena muestra de por donde van los tiros.
Afortunadamente, no hay todavía necesidad de hacerse conservador - aunque apetezca. Queda quien todavía puede pensar en los seres humanos y no sólo en sí mismo. Están los del Euston Manifesto, y, sobresaliendo entre ellos, Norman Geras.
Tengo un problema con su blog: no convertir el mío en el suyo. Invariablemente, cuando leo sus post, rápidamente me los traería aquí. Es el produnso impulso de dar a conocer lo que a uno le ha gustado. Tras mucha contención, hoy me permito traer de allí algo sobre Richard Rorty. Debéis saber que acaba de morir y que su filosofía se enmarca en la corriente de negación de la realidad, corriente tan posmoderna y tan de "izquierdas". La realidad, permitánme la tosquedad, sería construida por los hombre y no realmente existente. ( Pueden aprender muchos más sobre Rorty preguntándole al barman de Ocata). Pues ahora verán que, a pesar de esta creencia tan antipáticas, no había perdido el sentido común. Y el único sentido común de la izquierda es avanzar la dirección de la reducción del sufrimiento y del incremento del goce de los seres humanos. Rorty en Irán ( alabado sea Dios) :
When I was told that another figure much discussed in Tehran was Habermas, I concluded that the best explanation for interest in my work was that I share Habermas's vision of a social democratic utopia. In this utopia, many of the functions presently served by membership in a religious community would be taken over by what Habermas calls "constitutional patriotism." Some form of patriotism - of solidarity with fellow-citizens, and of shared hopes for the country's future - is necessary if one is to take politics seriously. In a theocratic country, a leftist political opposition must be prepared to counter the clergy's claim that the nation's identity is defined by its religious tradition. So the left needs a specifically secularist form of moral fervor, one which centers around citizens' respect for one another rather than on the nation's relation to God.

My own views on these matters derive from Habermas and John Dewey. In the early decades of the twentieth century Dewey helped bring a culture into being in which it became possible for Americans to replace Christian religiosity with fervent attachment to democratic institutions (and equally fervent hope for the improvement of those institutions). In recent decades, Habermas has been commending that culture to the Europeans. In opposition to religious leaders such as Benedict XVI and the ayatollahs, Habermas argues that the alternative to religious faith is not "relativism" or "rootlessness" but the new forms of solidarity made possible by the Enlightenment.

The pope recently said: "A culture has developed in Europe that is the most radical contradiction not only of Christianity but of all the religious and moral traditions of humanity." Dewey and Habermas would reply that the culture that arose out of the Enlightenment has kept everything in Christianity that was worth keeping. The West has cobbled together, in the course of the last two hundred years, a specifically secularist moral tradition - one that regards the free consensus of the citizens of a democratic society, rather then the Divine Will, as the source of moral imperatives. This shift in outlook is, I think, the most important advance that the West has yet made. I should like to think that the students with whom I spoke in Tehran, impressed by Habermas's writings and inspired by the courage of thinkers such as Ganji and Ramin Jahanbegloo, may someday make Iran the nucleus of an Islamic Enlightenment.

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Propina: Slavoj Žižek.
Es esa idea de que, bueno, tal vez sean islamistas, pero también son movimientos antiimperalistas. No acepto ese chantaje por el cual el enemigo de mi enemigo tiene que ser mi amigo.

3 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

Confieso, sin rubor, que a Žižek no lo entiendo. Es decir, no entiendo casi nada de él, por lo cual me sorprendía mí mismo cuando, al leer esa entrevista, me vi asintiendo a esta frase.

Joseph T. dijo...

Pues como yo. No entendía nada de él, y lo poco que entendía me ponía los pelos de punta.
Cuando en tabula-rasa dejaron el enlace a la entrevista como un "avance de la izquierda" me metí con curiosidad. Me tentó incluso comentar la entrevista. Hoy me venía al pelo.
Continúo sin entender lo de que a la democarcia la salva " el momento «terrorista» de negatividad abstracta". Pero sí que entiendo esto: "si uno es de izquierdas y honesto, ha de reconocer, aun siendo un poco patético, que nunca en la historia ha habido tanta gente viviendo una vida tan relativamente buena y segura como la que se vive hoy en día por término medio en Europa occidental"
Me parece una entrevista muy significativa. Se ve la lucha por salir del atolladero en que la realidad ha metido a la izquierda totalitaria.
A ver si mañana le saco unos minutos a la pereza y dejo un par de comentarios.
Por cierto, dos cosas. Todavía no he encontrado el hombre entre los granos de café. Y la otra: están poniendo en la uno la Jauría Humana, una de las películas que mñas me impresionaron de niño, siendo como soy de pueblo.
Buenas noches.

Júlia dijo...

Esta pseudo-izquierda que mencionas lleva tiempo immersa en eso que el periodista Jordi Barbeta bautizó como 'la internacional papanatas'. Hace ya años, en una institución de esa internacional, como es Rosa Sensat, presencié una defensa vergonzosa de la situación femenina en el islam, atendiendo a la diversidad y otras tonterías que ahora están de moda. Incluso he escuchado a castristas irredentos defendiendo la prostitución habitual que se ha dado estos últimos años en Cuba, por factores econòmicos básicamente.