Los nuevos inquisidores(I).

La mezcla de vileza, oportunismo, histeria y deshonestidad con que la Nueva Santa Inquisición ha reaccionado a las propuestas –puede que equivocadas, puede que no- del ministro de Inmigración debería hacer que tomásemos la profecía de Alain Finkielkrau , el odiado philosophe des Obscurités, con algo menos de escepticismo:

“Poco a poco, la idea generosa de la guerra contra el racismo se ha ido transformando monstruosamente en una ideología mentirosa. El antirracismo será en el siglo XXI lo que el comunismo ha sido en el XX”

Una demostración palpable del avanzado estado de esta metamorfosis es esta noticia de El País. Su titular afirma rotundamente que:

Las asociaciones de extranjeros se oponen a la medida

Sin embargo, al leer el cuerpo nos enteramos que de cinco asociaciones de inmigrantes consultadas sólo tres se muestran abiertamente en contra de la propuesta de Corbacho, y una muy matizadamente. De las dos restantes, el portavoz de una “se mostró comprensivo con que se trate de colocar a los inmigrantes que están en España antes que traer a otros que "aumenten las listas de parados"”; el de la otra, “aplaudió la medida sin matices”, según el propio redactor de el País, porque, según el propio portavoz, "repercutirá para bien en el colectivo de trabajadores extranjeros, que está en una situación muy delicada".
De cinco, tres ¡ y con esas ganas de acusar!