06 junio 2009

Los niños y los animales.

Comenta en algún lugar Sloterdijk que en el dictum de Bismarck la política es el arte de lo posible "hay disimulada una prevención frente a la intromisión de los niños mayores en los asuntos de Estado". "Seguirían siendo niños", añade el filósofo alemán, "aquellos adultos que nunca han aprendido a distinguir con certeza entre lo políticamente posible y lo imposible." Ya sabemos que, pese a Bismarck, los niños mayores han conseguido muchas veces dirigir los asuntos de estado. Cuando esto ha ocurrido, sin importar si el niño soñaba con la gloria del conquistador o con la del salvador, la catástrofe ha sido mayúscula.

Los niños, pese a todo, continúan golpeando las puertas de palacio. La divisa "Seamos realistas, pidamos lo imposible" todavía se garrapatea en las paredes, y, lo que es peor, en las ensoñaciones de algunos políticos. Ayer en El Mundo me encontraba yo con los últimos niños adultos cargados de buenas intenciones. Comparados con otros, sus ideas no son especialmente llamativas o alarmantes. Lo que hace interesante su caso es cuan brutalmente desdeñan la realidad. En la declaración de principios de Pacma, el partido político al que me refiero, se anuncia esto :

Todos los animales tenemos derecho inalienable a la vida, a la libertad y a la integridad física y psíquica. El PACMA persigue la difusión, la defensa, la consecución y la consolidación de estos derechos


Magnífica afirmación, pero los derechos, por más inalienables que sean, se deben garantizar. Imaginemos que PACMA llega al poder. ¿Cómo van a arreglárselas? Con la mayoría de animales que sepan leer y hablar no habrá demasiado problema: el miedo a la cárcel hace milagros. Pero con los prefieren formas de comunicación alternativas la cosa parece complicada. ¿Impartiremos cursos de ciudadanía a los chimpancés para que no se masacren mutuamente en guerras intraspecíficas? ¿ Cómo persuadiremos a los topillos rojos de que comerse a sus crías es una monstruosidad inaceptable ? ¿ Pediremos educadamente a los tigres que se olviden de la sabrosa carne de ciervo y se pasen al veganismo?
Valgan estos ejemplos de comportamiento animal para demostrar que garantizar el "derecho inalienable a la vida, a la libertad y a la integridad física y psíquica" es , estricta y literalmente, imposible. Y, por tanto, anunciar su realidad un disparate.

La persona con la inteligencia más rudimentaria es capaz de concluir esto. Entonces, estos, ¿qué? Difícil saberlo, pero quieren gobernar.

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