25 noviembre 2009

Teócratas modernos.

Las sotanas, junto a los turbantes, volverán a pasearse por los pasillos del poder en Inglaterra. El gobierno laborista británico, completamente ido, pretende que los autoridades religiosas vuelvan a tener influencia en la toma de decisiones de los gobiernos. Su reintegración política será con el puesto de asesores "clave". John Denham, el "secretario de comunidades" y encargado del proyecto, defiende la iniciativa argumentando que "Cristianos y musulmanes pueden hacer contribuciones significativas en asuntos clave como la economía, la familia y el cambio climático" y que "la musulmana y otras religiones" son claves para la construcción de una sociedad progresista. Fantástico, ahora en lugar de tomar medidas basadas en la ciencia, frenaremos el cambio climático rogándole a Dios que lo pare, algo que la humanidad practica desde la noche de los tiempos. También le pediremos al Padre que nos devuelva el Paraíso que nos robó, así ya no tendremos que preocuparnos por la economía. Esperamos que Dios escuche nuestra oraciones. Y, más terrenalmente, esperamos las propuestas de los cristianos y los musulmanes para crear una sociedad más progresista en el terreno familiar, bien sea permitiendo la colección de esposa o prohibiendo el divorcio y el condón.

Por supuesto, el mismo John Denham "atacó a los laicistas que piden que la religión se mantenga alejada de la vida pública".
Por el multiculturalismo a la teocracia. La doble faz socialdemócrata, que diría Espada.





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