23 noviembre 2009

Zafarrancho de combate



El tribunal constitucional pacta el reparto del botín tras el abordaje del trirreme llamado Estatut.

Como los poetas, los buenos demagogos tampoco pueden salir de casa sin un puñado de metáforas en la mochila. Natural: ambos buscan
enardecer a sus interlocutores.
Claro que los últimos suelen ser menos diestros y aspirar a fines menos nobles que los primeros. Lo que usualmente buscan con el uso de metáforas es alterar la percepción pública de la naturaleza de una acción o un hecho, nombrandolos igual que algunos más graves con los que tienen alguna similitud. Verbigracia: Sanchez Llibre, de CIU, acusando a algunos de sus colegas de estar "asesinando políticamente con premeditación al Estatuto de Cataluña". Asesinar, según la primera acepción que de la Real Academia, es "matar a alguien con premeditación, alevosía, etc". O sea, un verbo que sólo cabe aplicar a personas, no a objetos inanimados. Así, nadie asesina jarrones, ni lavadoras, ni siquiera barbies. Tampoco los proyectos legales se pueden asesinar; estos se bloquean, según los cauces previstos para ello en los oredenamientos correspondientes. Pero claro, asesinar es algo suficientemente feo para levantar la indignación moral hasta unos niveles a los que jamás llegaría el bloqueo o la modificación de un texto legal.

No ha sido Llibre el único en utilizar esta treta en la lucha por la tramitación del Estatut. Antonio Franco, al parecer un periodista orgánico de la cosa catalana, ha superado al anterior y . probablemente, a todos los demagogos de la historia universal. En un artículo insuperable - burdo, inmisericorde, aprovechado- compara el Estatut con el Alakrana. Si, textualmente:

La satisfacción por el final de la odisea del
Alakrana no debe hacernos olvidar la existencia de otro barco secuestrado desde hace más de tres años, el vaporcillo Estatut

No me digan que con las metáforas de Sánchez LLibre y Antonio Franco no nos queda una narrativa maravillosa de la tramitación estatutaria. El "vaporcillo estatut" "secuestrado" por unos "asesinos". ¡Zafarrancho de combate!

No hay comentarios: