Disculpas por mi desaparación. Esta es mi excusa: he estado cambiando de ciudad, y casi que de país. He dejado la metrópoli madrileña, bastión españolista, morada de Aguirre y caverna nacional-católica para aterrizar en el centro mismo del motor plurinacional, la reserva ética y utópica. Sí, hace unas semanas que vivo en Barcelona.
Mis deseos: a los fieles del tiempo, un magnífico 2010; a los más promiscuos, lo mismo.
Disfrutad de lo que nos depara el tiempo, sea lo que sea.
3 comentarios:
Admirable ironía.
Benvingut, doncs!
Disculpas aceptadas y feliz año nuevo!
Pepe... per favor... què no ens haurem de veure ja?
Un abracet...
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