16 mayo 2007

Las tribulaciones del barcelonista madrileño.

Creía que el terror que podía pasar un barcelonista confeso en Madrid había alcanzado el máximo tras el descálabro contra el Geta. Hoy, tras volver del puente, mis compañeros de oficina y los camareros del café me han hecho ver lo equivocado que estaba.
Pavonearse todo el año en territorio enemigo es lo que tiene. Maravillas del mundo futbolero: si gana el Madrid la liga, entre todos me pagan una cena.

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