28 octubre 2007

Generalizar.

Ignacio Escolar cree que gracias al matón de Barcelona "hemos descubierto que España es racista". No le concede demasiada importancia a las circunstancias. Ni que el cobarde luciese una estética neonazi ni que , como él mismo informa, llevase "dos años en tratamiento psiquiátrico"le impide formular una condena sumarísima a una abstracta España. ¿Qué querrá decir el periodista?,¿que todos los españoles son racistas? ¿que una mayoría de ellos lo son? ¿...?
Desde luego no es mi opinión. En mi piso-pensión vivo con dos peruanos, un pakistaní, dos filipinas y tres españoles; con gran armonía, además. En mi oficina, a parte de los españoles, trabaja un indio y una venezolana. Por las calles de Madrid veo muchos niños de diferentes razas jugando juntos. Y, según me cuentan, en los colegios concertados y públicos la pluralidad de razas es ya un hecho. Que tras el atentado de Madrid apenas hayan existido incidentes debería decirnos algo.
Naturalmente que queda racismo -como él mismo apunta, el caso de El Ejido-, pero la lucha contra éste no nos da permiso para utilizar las mismas herramientas que los racistas. La misma racionalidad que exigimos para hablar de los colectivos minoritarios deberíamos pedirla para todos, blancos incluidos. Hace unos días un hombre de raza negra degolló un taxista, pero a nadie se le ocurrió decir : "Hemos descubierto que los negros son asesinos", o , como era brasileño, "Hemos descubierto que los brasileños son asesinos".
Si alguien lo hubiese hecho, hubiese cometido una infamia y una injusticia horrorosa. Que es, precisamente, lo que ha hecho Escolar. Nuestro racismo inverso de cada día.
*
¿A qué responde la voluptuosidad que saca cierta gente, no criticando racionalmente, sino ensañándose desaforadamente con los suyos? Mi opinión, que creo que ya he expuesto, es que se debe la vanidad. El sentirse miembro del selecto club de los buenos es delicioso. Y este club sólo puede sobrevivir en medio de mar de maldad alrededor.

1 comentario:

Petrusdom dijo...

El gran problema de los comunicadores de hoy, quizás de todos los tiempos, es que se dejan caer por la pendiente más cómoda y facil: calificar y no argumentar con validez. Y yo creo que este problema lo tienen muchos comunicadores (por decir algo) de los dos bandos: los elegidos y los despreciados.
Saludos cordiales.