19 enero 2008

Una solución.

El jueves pasado el periodista Sarfraz Manzoor escandalizó a los lectores del foro de opinión digital del The Guardian, Comment is Free, con este texto crítico con el feminismo. Los lectores del diario británico no lo podían creer; su estupor se tradujo en un ofensiva despiadada contra Manzoor, que acabó con 740 comentarios a su artículo.
Seguro que ha dolido, a la vista de este párrafo que traduzco:

Dejadme empezar con una confesión: sí, es verdad, soy un hombre. Es una confesión peligrosa para hacer aquí en CiF (Comment is Free), donde parece que se ha abierto la veda para la caza del hombre. En la mente de algunas articulistas de este periódico no hay ningún problema en el mundo que no pueda atribuirse al hombre que casualmente pasaba por allí. El país descrito por esta escritoras […] es una tierra temible donde poseer pene equivale a ser un caldero bullente de lujuria y misoginia.

Por su parte, David T , escritor habitual de Harry’s Place y activista homosexual, da una solución para evitar se un opresor involuntariamente:

Durante los 80 leí extensamente teoría de género. MacKinnon, Dworkin (Andrea rather than Ronald), Itzin, Okin, Cixous, etc. Como siempre estuve en escuelas donde casi todo eran chicos […] , tenía poco experiencia en el tema de las relaciones de género, así que encontré en estos trabajos un guía extremadamente útil para desenvolverme en un mundo en que , como lo expresa Catherine Itzin, “las mujeres son oprimidas en cualquier aspecto de su vida privada y pública”.
Esa firme base teórica se manifestó en mi decisión de no oprimir nunca personalmente a una mujer; por ejemplo, pidiéndole que se acostase conmigo.

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