Desde luego que muchas de las acusaciones de antisemitismo que se lanzan a los críticos de Israel son exageradas o directamente falsas. Sin embargo, el aumento de la judeofobia, al calor de la irracional cobertura de los medios del conflicto Palestino y de la islamofilia de las élites izquierdistas, es real y acusado. Se puede comprobar con la abominación contenida en las páginas de opinión de El Mundo. Allí, un notable de la literatura - en minúsculas- española dejaba escrita esto:
Pueblo elegido
Ahora no quiere convivir. Sin paz, sin límites, sin freno a la avaricia y a las falsas historias, el pueblo judío sucumbirá de nuevo. Como le sucedió en unas cuantas ocasiones: progromos, guetos voluntarios o no, exterminios, persecuciones, expulsiones... Desde Egipto a Sefarad, desde Canaán a Sión: todas tierras prometidas. ¿No haría bien preguntándose el porqué le ocurre siempre igual? ¿O estará el resto del mundo equivocado?
Aunque el texto es transparente, haré un pequeño comentario. El silencio. Ninguna polémica, niguna protesta airada, ninguna ONG comprometida contra el racismoatacando agriamente al escritor y al periódico. Calma blanca. Imaginen que se hubiese escrito algo así sobre los gitanos, un pueblo tanto o más odiado que los judíos. El cielo se hubiese desplomado.
Este infamante silencio es un indicadod, muy inquietante, del nivel al que ha llegado el antisemitismo en la sociedad española. ¡SOS Racismo,...ja!
( No doy ningún enlace del artículo, por supuesto)
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