03 abril 2007

Silency in the face of tyranny

Traigo esto de can Norman Geras. Es impagable para la comprensión del estado esquizofrénico del izquierdismo mayoritario:
The most astute argument presented by Postel is his revelatory account of
how Western leftists, by prioritising their own opposition to American
imperialism, have abandoned Iranian liberals in their fight for freedom and democracy. Postel vehemently renounces the argument that support for
pro-democracy interests in Iran somehow amounts to supporting the
neo-conservative agenda... [He] recounts an incident in which Nobel Peace
laureate Shirin Ebadi, during a visit to the U.S., was confronted by an anti-war
protester who suggested that she stop talking about human rights abuses in Iran
because her arguments could be appropriated by the neo-conservatives. Ebadi's
response was clear and unequivocal: "Any anti-war movement that advocates silence in the face of tyranny can count me out."

Lo más destacable - y lamentable y común : la subordinación de la muy concreta lucha por el liberalismo iraní a la muy abstracta contra el imperialismo yanki. No hace falta insistir en que la primera tiene muchas probabilidades de traducirse en un cambio de vida de los iranies - menos sangre , más libertad y más prosperidad - mientras que la segunda quedará en un brindis al sol. ¿Cómo hemos llegado aquí?
¿Se acuerdan de aquello de la "subordinación de la moral a la historia"? Pues hoy es subordinación de la moral al antiimperialismo. Efectivamente, si un puñado de Ucranianos muertos de hambre nada significaban frente al paraiso comunista que llegaba; unas cuantas mujeres iraníes sojuzgadas y unos cuantos encarcelados qué significan frente al paraiso que el mundo será cuando no exista el imperio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El antiimperialismo es el opio de los intelectuales.

Y luego estos esquematismos "anti-neocon"...como si no fueran precisamente los "progresistas" nominales quienes apoyan en este caso el conservadurismo más atroz.

Joseph T. dijo...

Efectivamente, Eduardo. El antiemperialismo no es más que la bobada romántica de la defensa del débil por el mero hecho de serlo. Fuerte no significa malvado y débil no significa bueno.
Y este romanticismo es lo que cuenta: porque acaricia los egos y te permite ligar. Te crees bueno y todos los demás te creen bueno, para qué quieres más ?

Yo , que pese a todo quiero considerarme , si eso es posible, de "izquierdas", no puedo más que sentir desolación. Como la que sentí al ver la algarabía de la progresía cuando nos retiramos de irak. Yo estaba en contra de la invasión, pero ¿ de la retirada? Por el amor de Dios, con la que había montada y abandonar. No me lo podía creer. Hoy, tras leer la reacción de los comunistas irakíes tras la retirada ( en Barcepundit ) , he pillado un mosqueo de aúpa.
Nada, así están las cosas.
Felices vaciones.

Luis Rivera dijo...

Tal vez convenga recordar que son los totalismos de cualquier soigno los que ofrecen el paraiso en el futuro y las democracias gestionan el duro purgatorio del presente. Y al referirme a totalitarismo no lo hago en el sentido que le da Hanna Arendt, siuno en el sentido de una ideología que tiene vocación de totalitaria y que se extiende por contaminación intelectual merced a principios simples productos de la proganada: me refiero al izquierdismo, al anti imperialismo, al radicalismo islámico, etc.
Todas ellas traslucen o vocación de poder o nostalgia del mismo.
Y yo me considero como tú una persona a la izquierda.

Portarosa dijo...

Muy bien el post.

Joseph T. dijo...

He estado un semana sin arrimarme a internet. No he podido responder. Mis disculpas.