Todo el texto del filósofo Daniel Innerarity es interesante, pero la siguiente observación sobre las sensibilidades políticas es extraordinaria:
La confrontación política gira actualmente en torno a las probabilidades de peligro y la agenda de los riesgos. La política es más una competición en torno a los peligros que acerca de las oportunidades. Los actores políticos se asemejan en que se dedican igualmente a advertir la inminencia de determinados peligros y se ofrecen a salvarnos del desastre; se distinguen únicamente en qué consideran lo más peligroso, la pérdida de la identidad o la desprotección social, los riesgos vinculados a la inseguridad o los que proceden del posible abuso de los vigilantes. Los agentes políticos tienen menos ideología que recursos de alarma.
También se debe destacar esta nota sobre el progresismo y su trayectoria reciente:
Para quien ha crecido en los miedos de los años setenta y ochenta del siglo XX (límites del crecimiento, amenaza nuclear, crisis ecológica, escasez de recursos... ), la palabra "progreso" suena de una manera frívola... en general, ser progresista hoy no tiene nada que ver con el progreso, sino más bien con la precaución frente a la ciencia y la técnica.
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